Elegir un sofá es una decisión muy importante debido a la variedad de modelos que podemos encontrar en el mercado. Además, a la hora de comprar el sofá hay que tener en cuenta una serie de características para que este se amolde perfectamente a nuestras necesidades, como las dimensiones que ocupa —y las dimensiones que disponemos en nuestro salón—, los materiales con los cuales ha sido fabricado, el tapizado, el color del sofá, el precio —dependiendo del presupuesto del que se disponga— y, por supuesto, la cantidad de personas que vayan a utilizarlo o miembros de la unidad familiar.
En este artículo queremos explicarte qué tipos de sofás podemos encontrar para que tengas claro cuál es el modelo que mejor encaja en la decoración de tu hogar. Sigue leyendo para saber cuáles son los diferentes tipos de sofás y sus respectivos nombres.
Sofá de una única plaza o sillón
El sofá de una sola plaza es lo que conocemos como sillón. Este tiene las mismas características que un sofá común, pero con la diferencia de que solo dispone de una única plaza. Se trata de una opción estupenda para combinar con otros tipos de sofás cuando no hay espacio suficiente para uno de mayores dimensiones. Con el sillón ganaremos una plaza extra para complementar el sofá más grande, pudiendo aprovechar mejor los espacios de la vivienda. Por supuesto, al igual que los sofás, los sillones están disponibles en una gran variedad de diseños y con diferentes tapizados.
Sofá de dos plazas o tresillos
Son los sofás más comunes. Estos pueden encontrarse tanto en dos plazas como en tres, además, con estos sofás se pueden diseñar otros tipos de sofás —como, por ejemplo, el sofá cama, que veremos a continuación—. Estos sofás son la opción ideal para la mayoría de las viviendas ya que ocupan poco espacio, se adaptan perfectamente a las esquinas y pueden ser pegados en las paredes. Además, tal como explican en la empresa especializada en la fabricación de sofás Biancosofas, los sofás de dos plazas o tresillos destacan por su versatilidad.
Estos están disponibles con tapizado de piel, de algodón, de chenilla, de terciopelo, de polipiel y de otros muchos materiales. Además, pueden usarse varios de ellos para la decoración de un mismo salón. Por ejemplo, un sofá tresillo frente a la televisión y otro de dos plazas en el lateral. Las posibilidades son ínfimas. Sin olvidarnos de que también pueden ser acompañados de puffs para los pies, almohadones, reposapiés elevados…
Sofá en L
El sofá en L es un sofá que se caracteriza por estar compuesto por 3 plazas más un módulo de 2 plazas en uno de los extremos, formando un diseño en “L”. Este sofá es ideal para salones grandes y para viviendas con grandes familias o acostumbradas a las reuniones sociales —puesto que se trata de muebles voluminosos con capacidad para 5 o 6 personas—. El lado más largo de este sofá puede ser aprovechado para dividir ambientes, así como para definir áreas en salones-comedores de gran espacio. Este sofá nos evitará tener que utilizar cualquier otro mobiliario —o tabique— para crear la separación entre el comedor y la sala de estar, de manera que no se perderá amplitud. Es también una de las opciones más utilizadas.
Sofá rinconero
El sofá rinconero es muy similar al sofá en L, aunque existe una clara distinción, y es que ambas partes del sofá tienen las mismas dimensiones —Por lo general, 3 plazas en un lado y 3 plazas, en otro—. El sofá rinconero, como su nombre indica, es un sofá que encaja perfectamente en los rincones de grandes salones. Es ideal para familias numerosas, así como también para las reuniones sociales con amigos. El mismo crea un espacio agradable y confortable en el cual convivir y albergar grandes grupos. La ubicación del sofá también puede colocarse en un espacio semiabierto, como una terraza en la cual disfrutar de un rincón placentero para el descanso y del aire libre. Las posibilidades son muy variadas.
Sofá chaise longue
El sofá chaise longue siempre ha sido uno de los muebles más lujosos que existen. De hecho, este sofá era utilizado en sus orígenes por la clase alta y la realeza durante las reuniones sociales. Su nombre en francés significa “silla larga”. Aunque el sofá chaise longue es muy parecido al sofá en L, la diferencia principal radica en que el sofá chaise longue no lleva respaldo en uno de sus laterales —concretamente el lado modular, el más largo, ya que cuenta con un brazo que llega más o menos hasta la mitad—. Es un sofá muy cómodo y práctico. Además, algunos diseños vienen con otros módulos extraíbles que se guardan debajo del sofá y se extraen para ser utilizados como reposapiés e, incluso, para tumbarse sobre él.
Sofá modular
Este sofá es muy similar al sofá de una plaza o sillón. La principal característica de este sofá es que puede combinarse con otros sofás modulares dando cabida a la imaginación y la creatividad de cada uno y diseñando espacios mucho más originales. Los sofás modulares están fabricados con varias secciones móviles que pueden acoplarse entre sí o moverse al gusto de los propietarios. La ventaja principal de este sofá es que con él pueden crearse los diseños que se deseen, incluso se puede diseñar la forma de sofá en L. Se trata de un sofá muy versátil y dinámico.
Sofá Chesterfield
Se trata del sofá clásico por excelencia. Este sofá se inspira en el diseño de los muebles del siglo XIX, aunque en la actualidad podemos encontrar algunos aspectos que se han reinventado y adaptado a las épocas. La principal característica de este sofá es su elegancia. El mismo cuenta con un respaldo bajo en voluta y un tapizado en capitoné. Se trata de un sofá que aporta personalidad a cualquier salón y que, además, resulta muy cómodo.
El sofá cama y sofá de almacenaje
El sofá cama puede tener el diseño de uno de dos plazas, de un tresillo e, incluso de un chaise longue. La diferencia radica en que estos sofás son extensibles, razón por la cual pueden alargarse y convertirse en una cama en apenas unos minutos. Para ello cuentan con un mecanismo que permite plegarlos y desplegarlos cómodamente, aumentando las dimensiones e incluso creando un espacio para el almacenaje. Muchos de los sofás mencionados en este artículo disponen también de espacio para el almacenaje —estos muebles son ideales para viviendas con poco espacio—.